martes, 12 de julio de 2011

CAPITULO VI

Pero en la soledad de aquella comarca parecía que nadie la escuchaba. Sin embargo, en ese momento, un leñador que venia desde lo alto de la montaña paso cerca de la casa de la abuelita de Caperucita y escucho los gritos de la pequeña. Entonces, sin pensarlo dos veces, decidió ir en su auxilio.
Cuando vio la puerta de la casa entreabierta y ya no escuchaba ningún grito pensó que algo malo había ocurrido...Y así era: el lobo se disponía a tragarse a Caperucita. Pero justo antes de que lo hiciera, el leñador, muy astuto, cogió al lobo por la cola y... cuentan los que supieron de este cuento, que al ver tan gordo al lobo, el leñador sospecho que algo había pasado con la abuela de Caperucita y entonces le abrió la enorme barriga la lobo y saco a la abuelita de caperucita que se abrazo con su nieta. Después le agradeció al leñador por haber salvado a Caperucita de las garras de tan malvado lobo. Luego la abuelita muy recuperada preparo un pastel muy rico y unas colaciones que horneo en el horno de barro y que se comieron los tres muy felices porque estavan a salvo.


CAPITULO V

Al poco tiempo llego caperucita y un poco extrañada porque la puerta estaba entreabierta  entro y le dijo a su supuesta abuelita que, todos sabemos, en realidad era el lobo:
-Abuelita, te traigo una canasta de frutas frescas, pan y miel.
El Lobo fingiendo la voz de la abuelita contesto:
Gracias hijita.
En ese momento Caperucita, confundida por la extraña apariencia de su abuela dijo: -Pero que ojos tan grandes tienes abuelita. Y el lobo contesto fingiendo la voz de la abuelita: 
-Hijita, son para verte mejor.
-Que orejas tan grandes tienes.- Son para oirte mejor.
-Pero que nariz tan grande tienes.- Es para olerte mejor.
-Que boca  tan grande tienes.
En ese momento el Lobo le contesto a Caperucita:
-Es para comerte mejor, y se lanzo encima tratando de atraparla. Caperucita intento escapar corriendo y gritando con todas sus fuerzas:



CAPITULO IV


Mientras la niña se fue nuevamente contenta y un poco distraida , el lobo tomo el atajo y corriendo llego a casa de la abuelita. Cuando llego, el lobo toco la puerta de la casa 
-Quien es? -dijo desde adentro la voz temblorosa de una anciana. y el lobo, fingiendo la voz de Caperucita dijo.
-Abuelita, ábreme ; soy yo, Caperucita, y te traigo una canasta de frutas frescas, pan y miel que mamá te preparo. Sin dudarlo, la abuelita ,desde su cama tiro la cuerda que estaba atada al seguro de la puerta y abrió:
-Sigue, Caperucita.
La abuelita intentaba tomar sus gafas, pero no las encontró. Entonces el lobo se acerco un poco mas. La abuela dijo:
-Caperucita , acércate un poco mas no te veo bien.
y cuando el lobo estuvo mas cerca, la abuela dijo:
-Pero nieta como has crecido. Déjame tocarte.
y estirando la mano toco los ojos al Lobo.
-Pero que ojos tan grandes tienes...
-Son para verte mejor, abuela dijo el lobo.
-Y que manos tan grandes y fuertes tienes Caperucita.
-Son para tocarte mejor.
-Y que brazos tan fuertes.
-Son para abrazarte mejor.
-Y que boca  tan grande tienes...
-Es para comerte mejor- dijo el malvado lobo, mientras se lanzaba sobre la indefensa mujer y de un tarascazo se la trago. .

CAPITULO III

En ese momento apareció un lobo muy feo que, supuesta mente con buenas intenciones, le pregunto a Caperucita: -¿Para donde vas, !Niña hermosa¡? ¿Acaso estas perdida?
Ella contesto en medio de las lágrimas:
-Me dirigía a casa de mi abuelita, que se encuentra muy enferma, a llevarle estas deliciosas frutas, pan y miel que le envía mi mamá. Pero en el bosque me distraje disfrutando de la belleza de las flores y los pajaritos y me desvié del camino y ahora... no se como llegar a casa de mi abuelita.
Al escuchar la respuesta de la inocente Caperucita, el lobo se saboreo pensando:
"Este bosque es muy grande y esta pequeña esta perdida. Para llegar a casa de su abuela hay un camino largo y un atajo. Le indicare el largo, cojere el atajo y llegare primero a la casa de la abuela, fingiré ser la pequeña nietecita y cuando ya este dentro de la casa me como a la abuela. Luego cuando llegue esta pequeña fingiré ser la abuela  y haré seguir a la pequeña, cuando este adentro me la comeré de un solo bocado."
Entonces el lobo después de tener estos perversos pensamientos sin que nada sospechara la pequeña niña, se sonrió, pensando que era muy astuto, y dijo a Caperucita:
-Te indicaré con mucho gusto el camino. Mira , para llegar a donde quieres ir hay dos caminos. Te propongo una cosa: ¿Poque no jugamos a que tu cojes por aquí y yo por allá, a ver quien llega mas rápido?
Caperucita acepto sin sospechar las intenciones del astuto animal , por eso tomo el camino que le indicaba el lobo; camino que, por su puesto era el mas largo y peligroso.  


lunes, 11 de julio de 2011

CAPITULO II

Un día su abuelita se enfermo; tenia gripa y fiebre muy alta, así que al enterarse, la mamá de Caperucita le dijo a la niña:
-Llévale este canasto con frutas, miel y pan a tu abuelita, para que se mejore... Ah, y dale un besito de mi parte.Como para ir a la casa de la abuela, tenían que atravesar el bosque, la mamá de Caperucita le recomendó a su hija:
-No te distraigas en el bosque: puede ser muy peligroso.
Después de que su mamá le envolviera bien el canasto, Caperucita salio muy contenta de su casa, ya que hacia mucho tiempo no visitaba a su abuelita. Caperucita siguió el camino del bosque hacia la casa de la abuela, cantando y observando la belleza de flores y pajaritos que habían por alli. Caperucita era muy sensible ante la naturaleza y sin darse cuenta se fue detrás de un pajarito que cantaba como las musas de Zeus y se desvió del camino. De pronto se dio cuenta de que ese no era el camino que la llevaria a casa de la abuela y se asusto. La niña comenzo a llorar...










CAPITULO I

Caperucita roja era una niña muy bella; su rostro era de una tez muy suave. Toda su piel tenia el olor de las margaritas; sus ojos eran tan grandes que parecían un espejo. Pero lo mejor que tenia la pequeña era su bondad, sensibilidad y amor por los demás, especialmente por su abuelita   quien le había regalado una capa de color rojo que siempre llevaba puesta. Aquella caperuza era una de sus principales características, ya que nunca salia de su casa sin ella y por eso todos sus vecinos y animalitos  del bosque la llamaban Caperucita roja.