lunes, 11 de julio de 2011

CAPITULO I

Caperucita roja era una niña muy bella; su rostro era de una tez muy suave. Toda su piel tenia el olor de las margaritas; sus ojos eran tan grandes que parecían un espejo. Pero lo mejor que tenia la pequeña era su bondad, sensibilidad y amor por los demás, especialmente por su abuelita   quien le había regalado una capa de color rojo que siempre llevaba puesta. Aquella caperuza era una de sus principales características, ya que nunca salia de su casa sin ella y por eso todos sus vecinos y animalitos  del bosque la llamaban Caperucita roja.

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